¿Puedes aprender a respirar?

¿Puedes recordar la primera acción que tomaste cuando naciste? ¡Probablemente no! Nosotros, como humanos, tenemos una memoria relativamente buena, pero nuestros cerebros típicamente no pueden recordar las sensaciones iniciales que experimentamos al nacer.

Sin embargo, si eras como la mayoría de los bebés, es probable que tus primeras acciones fueran tomar tu primera respiración y luego llorar. ¿Pensaste conscientemente en tomar esa primera respiración? ¡Absolutamente no! La respiración ocurre automáticamente para los humanos, ¡y esto es afortunado!

Considera lo olvidadizos que podemos ser a veces. ¿Recordaste completar toda tu tarea? ¿Recordaste hacer tu cama? ¿Recordaste apagar la luz del baño? Hay innumerables cosas para recordar, y seamos sinceros, a veces olvidamos cosas.

Olvidar respirar, por otro lado, podría tener consecuencias fatales. Sin el oxígeno que inhalamos, nuestros cuerpos no podrían funcionar correctamente. Afortunadamente, nuestros cerebros se encargan de la respiración automáticamente, por lo que no tenemos que preocuparnos por olvidarnos de hacerlo.

¿Cómo gestiona nuestro cerebro nuestra respiración en piloto automático? En realidad, hay un centro de control respiratorio ubicado en la base de nuestro cerebro. Envía señales por nuestra columna vertebral para asegurarse de que los músculos involucrados en la respiración estén trabajando constantemente.

El centro de control respiratorio también monitorea sensores en los vasos sanguíneos, los músculos y los pulmones que miden los niveles de dióxido de carbono, oxígeno y acidosis en la sangre. Esto permite que nuestro cerebro ajuste nuestra respiración para satisfacer las cambiantes necesidades de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, es posible que hayas notado que respiras con más fuerza durante el ejercicio. Esto se debe a que los niveles de dióxido de carbono aumentan cuando hacemos ejercicio. Los sensores de nuestro cuerpo detectan este aumento y se comunican con el centro de control respiratorio para aumentar nuestra frecuencia respiratoria y tomar más oxígeno.

De manera similar, el centro de control respiratorio puede detectar cuando nos quedamos dormidos. Mientras dormimos, nuestro cerebro reduce la frecuencia respiratoria para que podamos descansar tranquilamente mientras seguimos recibiendo el oxígeno necesario. Todo esto sucede automáticamente sin pensamiento consciente.

La respiración no es el único proceso automático en nuestro cuerpo. Hay numerosos procesos corporales que ocurren sin pensamiento consciente. Por ejemplo, no tenemos que pensar en la digestión de los alimentos después de una comida, y no tenemos que hacer conscientemente que nuestro corazón bombee sangre.

Sin embargo, la respiración difiere de estos otros procesos corporales de una manera importante. Aunque la respiración suele ser automática, también puede ser controlada conscientemente hasta cierto punto. Si lo pensamos, podemos comenzar a respirar más rápido cuando lo deseemos. También podemos contener la respiración y abstenernos conscientemente de respirar durante un tiempo limitado.

Cuando dejamos de intentar controlar voluntariamente nuestra respiración, automáticamente volverá a la normalidad sin que tengamos que pensarlo. ¿No estás agradecido de que tu cerebro se encargue de tu respiración por ti?

Inténtalo

Toma una respiración profunda y luego participa en las siguientes actividades con un amigo o miembro de la familia:

Para averiguar cuánto más rápido respiras durante el ejercicio, comienza midiendo tu frecuencia respiratoria en reposo. Cuenta la cantidad de respiraciones que haces en un minuto mientras descansas. Luego, realiza una forma de ejercicio durante 15-20 minutos, como correr o jugar afuera con amigos. Después de hacer ejercicio durante al menos 15 minutos, detente y cuenta la cantidad de respiraciones que haces en un minuto. Compara tu frecuencia respiratoria después del ejercicio con tu frecuencia respiratoria en reposo.

Si quieres aprender más sobre la respiración, puedes visitar la infografía del Sistema Respiratorio Humano en línea. Toma nota de al menos tres cosas que aprendas y compártelas con un amigo o un miembro de la familia.

Para un desafío, puedes recrear los pulmones utilizando elementos comunes del hogar. Echa un vistazo a la lista de suministros e instrucciones de actividad para el Experimento de Pulmón Falso de Science Sparks. ¡Disfruta!

Fuentes maravillosas:

– http://www.nhlbi.nih.gov/health/health-topics/topics/hlw/controls

– https://www.unm.edu/~lkravitz/Article%20folder/Breathing.html

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