¿Tienes grandes expectativas?

Respuesta rápida

Tener altas expectativas puede ser beneficioso y perjudicial a la vez. Por un lado, las altas expectativas pueden motivarnos y empujarnos a luchar por la excelencia. Pueden impulsarnos a establecer metas ambiciosas y trabajar duro para alcanzarlas. Sin embargo, las altas expectativas también pueden llevar a la decepción y la frustración si son poco realistas o inalcanzables. Es importante encontrar un equilibrio y establecer expectativas realistas que nos desafíen pero que también sean alcanzables. De esta manera, podemos mantener nuestra motivación y empuje sin ponernos en una situación de fracaso.


¿Te gusta participar en deportes? ¿Golpeas una pelota de voleibol? ¿Patadas a una pelota de fútbol? ¡Quizás prefieras lanzar un balón de fútbol americano! Participar en deportes de equipo puede contribuir a tu salud en general. También presenta una oportunidad para desarrollar habilidades sociales que te convierten en una persona más completa.

Sin embargo, si juegas deportes, es posible que hayas experimentado estrés de vez en cuando. Esto es especialmente común durante los juegos. ¿Alguna vez te has sentido presionado desde la línea de banda? Entrenadores, padres e incluso amigos pueden imponerte expectativas poco realistas. Esto puede dificultar que te desempeñes al máximo.

¿Es necesariamente algo negativo que otros tengan altas expectativas de ti? ¡No siempre! A veces, simplemente muestra que ellos creen en ti. Sin embargo, cuando las expectativas son poco realistas, se vuelven imposibles de cumplir. En esos casos, pueden tener un impacto negativo. Podrían dañar tu autoestima o hacerte sentir desanimado.

¿Pueden las expectativas, sin embargo, tener un efecto positivo en ti? ¡Absolutamente! En 1964, un investigador llamado Robert Rosenthal llevó a cabo un estudio sobre este fenómeno. Realizó un experimento en una escuela primaria cerca de San Francisco. Primero, seleccionó al azar un grupo de estudiantes. Luego, informó a los maestros de la escuela que estos estudiantes tenían muchas posibilidades de tener éxito. Afirmó que el coeficiente intelectual de los estudiantes aumentaría significativamente en los próximos años.

Posteriormente, Rosenthal observó a los niños durante dos años. Descubrió que cuando los maestros esperaban que estos niños sobresalieran, lo hacían. Concluyó que las expectativas más altas de los maestros influían en el aprendizaje de los estudiantes.

La siguiente pregunta era obvia: ¿por qué? Rosenthal descubrió que las expectativas más altas influían en las interacciones de los maestros con estos estudiantes. Por ejemplo, les daban más tiempo para responder preguntas. También ofrecían comentarios y apoyo más específicos. Los estudiantes también recibían más oportunidades y aprobación por parte de sus maestros.

En resumen, Rosenthal encontró que los maestros se comportaban de manera diferente hacia los estudiantes cuando tenían expectativas más altas para ellos. Sus hallazgos se han replicado en muchos otros entornos, incluidos los lugares de trabajo, los tribunales y los entornos médicos. Este fenómeno a veces se conoce como el efecto de la expectativa.

Entonces, ¿cuál es la moraleja de la historia? Es crucial mantener expectativas altas pero realistas para las personas. Comienza conociendo a quienes te rodean y entendiendo sus metas y aspiraciones. Luego, apóyalos teniendo expectativas apropiadamente altas y demostrando tu confianza en ellos. ¡Y pídeles que hagan lo mismo contigo! Todos pueden beneficiarse de las altas expectativas de sus amigos, familiares y maestros.

Inténtalo

¿Estás dispuesto a ajustar tus expectativas? Pide ayuda a un amigo o miembro de la familia para explorar las siguientes actividades:

Expectativas y Metas

¿Tienes altas expectativas para los demás? ¿O depende de la persona? Considera a las personas con las que interactúas con más frecuencia. ¿Son tus expectativas las mismas para todos? ¿O tienes expectativas más altas para ciertas personas? ¿Qué influye en tus expectativas hacia alguien? Tómate un momento para reflexionar sobre las expectativas que tienes para aquellos que te rodean.

¿Cuáles son tus aspiraciones para el futuro? Tómate un tiempo para reflexionar sobre ello. Después, anota tres cosas que deseas lograr en los próximos diez años. Discute tus metas con un amigo o un miembro de la familia y solicita su ayuda para alcanzarlas. ¡El estímulo y el apoyo de los seres queridos pueden tener un impacto tremendo!

¿Cómo adquirió Rosenthal conocimiento sobre el impacto de las altas expectativas? ¡Empleó el método científico! Explora más sobre los pasos involucrados en el método científico. Posteriormente, solicita la ayuda de un amigo o un miembro de la familia para llevar a cabo tu propio experimento. Puedes crear tu propio experimento o utilizar uno que ya esté proporcionado aquí.

Fuentes de Interés

  • https://www.npr.org/sections/health-shots/2012/09/18/161159263/teachers-expectations-can-influence-how-students-perform (accedido el 07 de julio de 2020)
  • https://www.psychologytoday.com/us/blog/living-single/200911/can-your-expectations-shape-my-behavior (accedido el 07 de julio de 2020)

PREGUNTAS FRECUENTES

1. ¿Las altas expectativas llevan a la decepción?

Tener altas expectativas a menudo puede llevar a la decepción. Cuando establecemos expectativas demasiado altas, creamos estándares irreales que son difíciles de cumplir. Esto puede resultar en sentimientos de frustración, tristeza e incluso un sentido de fracaso. Es importante tener metas y aspiraciones, pero también es importante ser realista y flexible en nuestras expectativas. Al establecer metas más alcanzables, podemos aumentar nuestras posibilidades de éxito y evitar decepciones innecesarias.

2. ¿Cómo pueden las altas expectativas afectar las relaciones?

Las altas expectativas pueden poner tensión en las relaciones. Cuando tenemos expectativas irreales de nuestra pareja, familia o amigos, podemos sentirnos constantemente decepcionados o insatisfechos con sus acciones. Esto puede llevar al resentimiento y conflicto dentro de la relación. Es importante comunicarse abierta y honestamente sobre nuestras expectativas, y estar dispuestos a comprometerse y entender que nadie es perfecto. Al tener expectativas realistas, podemos fomentar relaciones más saludables y satisfactorias.

3. ¿Las altas expectativas pueden llevar a un aumento del estrés?

Sí, las altas expectativas pueden llevar a un aumento del estrés. Cuando constantemente nos esforzamos por la perfección o establecemos metas irreales, nos ponemos una presión inmensa. Esta presión puede llevar a sentimientos de ansiedad, estrés e incluso agotamiento. Es importante reconocer nuestras limitaciones y adoptar un enfoque más equilibrado de la vida. Al establecer expectativas realistas y practicar la autocompasión, podemos reducir el estrés y promover el bienestar general.

4. ¿Cómo pueden las altas expectativas afectar nuestra autoestima?

Las altas expectativas pueden afectar negativamente nuestra autoestima. Cuando constantemente establecemos altos estándares para nosotros mismos y no los cumplimos, podemos desarrollar sentimientos de inadecuación y duda de uno mismo. Esto puede erosionar nuestra autoestima y hacernos cuestionar nuestro valor. Es importante establecer metas realistas y alcanzables, y celebrar nuestros éxitos en el camino. Al practicar la autocompasión y centrarnos en la mejora personal en lugar de la perfección, podemos fomentar una autoestima más saludable.

5. ¿Existen beneficios de tener altas expectativas?

Aunque las altas expectativas a menudo pueden llevar a resultados negativos, existen algunos beneficios potenciales. Tener altas expectativas puede motivarnos a esforzarnos por la excelencia y superar nuestros límites. Puede impulsarnos a trabajar más duro, aprender más y lograr un mayor éxito. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio y asegurarnos de que nuestras expectativas sean realistas y alcanzables. Al establecer metas desafiantes pero alcanzables, podemos aprovechar los aspectos positivos de las altas expectativas mientras minimizamos los posibles efectos negativos.

6. ¿Cómo podemos manejar nuestras altas expectativas?

Para manejar nuestras altas expectativas, es importante reconocerlas y admitirlas en primer lugar. Reflexione sobre de dónde provienen estas expectativas y si son realmente realistas. Luego, establezca metas más alcanzables y divídalas en pasos más pequeños y manejables. Practique la autocompasión y recuérdele que nadie es perfecto. Esté abierto a ajustar sus expectativas según sea necesario y enfoque en el progreso en lugar de la perfección. Finalmente, busque apoyo de seres queridos o profesionales si encuentra que sus altas expectativas están afectando significativamente su bienestar.

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